Telefónica, matriz de Movistar, ha confirmado oficialmente su retiro definitivo de Venezuela como parte de una reestructuración global que también incluye su salida de México y Chile, anunciada el 4 de noviembre de 2025 por Marc Murtra, presidente ejecutivo de la compañía. El histórico anuncio marca el fin de más de dos décadas de operaciones en el país, donde la marca se mantuvo como uno de los principales actores del mercado móvil e internet.
Factores detrás de la salida: economía, regulación y falta de repatriación
La decisión de Telefónica responde a una combinación de factores empresariales: dificultades para repatriar dividendos, una inflación descontrolada, controles cambiarios estrictos y la falta de seguridad jurídica y operativa que hacen inviable la rentabilidad y proyección de la filial. A esto se suman obstáculos para encontrar compradores: la inestabilidad política y el historial de sanciones sobre Venezuela elevaron el riesgo para potenciales nuevos operadores.
Contradicciones y cambios de rumbo
El anuncio sorprende porque hace apenas un par de meses, el presidente local de Telefónica Venezuela, José Luis Rodríguez Zarco, había negado categóricamente la posibilidad de vender la filial y destacaba recientes inversiones en infraestructura y despliegue de redes 4G y 5G. Sin embargo, la matriz española aceleró el proceso de salida para concentrar esfuerzos en mercados más predecibles como España, Alemania, Reino Unido y Brasil[8][3][9].
¿Qué pasará con los usuarios y el empleo del sector?
Movistar deja millones de líneas móviles y clientes de banda ancha. Telefónica garantizó la continuidad operativa, al menos durante el periodo de transición, en coordinación con reguladores locales, para no afectar a los usuarios mientras se concreta una venta o transferencia del negocio. Analistas no descartan que un fondo regional o un grupo local adquiera la operadora, aunque, por ahora, no hay compradores oficiales.
El impacto en la competencia es relevante: la salida de Movistar podría reducir la calidad y variedad de la oferta, así como poner en riesgo el ritmo de inversiones en modernización de la red y en empleo técnico especializado. Voces del sector advierten que el proceso requerirá una transición ordenada para evitar caídas de servicio o abandono tecnológico.
Balance de 24 años y escenario futuro
En sus mejores años, Movistar Venezuela fue una de las filiales más rentables para Telefónica, llegando a reportar ingresos millonarios y liderar la innovación en telecomunicaciones a pesar de la creciente complejidad macroeconómica. El contexto actual, sin embargo, convierte la operación en una “caja registradora cautiva” para la multinacional, sin posibilidad real de repatriar beneficios ni asegurar el crecimiento.
Este movimiento marca el cierre de una era para las telecomunicaciones venezolanas y abre incógnitas para el futuro competitivo del sector, donde la estatal Movilnet y Digitel deberán atender la demanda y el reto de la conectividad.



Es realmente complejo, pues Movistar es una empresa que dicta la pauta en el mercado de las comunicaciones móviles 📲, redes y innovación, gran competitividad llevando este tipo de servicios a un nivel superior jamás alcanzado por operadora alguna en la historia de las telecomunicaciones en nuestro país.