Se cree que el gigante chino de los teléfonos inteligentes Huawei Technologies Co. Ltd. haya finalmente ha agotado sus reservas de chips avanzados de fabricación nacional como resultado de las sanciones estadounidenses promulgadas contra la empresa durante la administración de Donald Trump.
La firma analista Counterpoint Research, con sede en Hong Kong, dijo al South China Morning Post que cree que Huawei finalmente ha agotado su inventario de chips para teléfonos inteligentes que fueron diseñados por su filial HiSilicon. Ha llega lodo a esta conclusión basándose en las comprobaciones de los canales y los datos de ventas.
Según CounterPoint, la cuota de HiSilicon en el mercado mundial de chips para teléfonos inteligentes se redujo a cero durante el tercer trimestre, tras haber representado el 3% en el mismo periodo del año anterior. Se sabe que el negocio de smartphones de Huawei ya había sufrido las restricciones comerciales de Estados Unidos que se impusieron por primera vez a la empresa en 2019, antes de ampliarse un año después.
Sin embargo, la investigación de CounterPoint destaca la brutal efectividad de las sanciones estadounidenses más recientes. También sirve como una dura advertencia para otras 36 empresas tecnológicas chinas que recientemente fueron blanco de una prohibición de exportación estadounidense.
Los problemas de Huawei comenzaron en 2019, cuando fue blanco de la administración Trump por temor a que la empresa pudiera ser una amenaza para la seguridad nacional. El gobierno de Trump incluyó a Huawei y a 113 de sus filiales en la Lista de Entidades del Departamento de Comercio de Estados Unidos, lo que le impidió comprar componentes, software y otras tecnologías fabricadas en Estados Unidos a empresas estadounidenses como Intel Corp. y Qualcomm Inc. a menos que obtuviera una licencia especial.
La inclusión en la lista de entidades causó considerables problemas a Huawei. Pero la situación empeoró un año después, cuando otras restricciones le impidieron comprar semiconductores fabricados por empresas extranjeras que utilizaran software o hardware estadounidense.
Eso significaba que Huawei ya no podía comprar chips de empresas como Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. o Samsung Electronics Ltd., ni siquiera utilizarlos para fabricar sus propios diseños, ya que ambas se basan en tecnología estadounidense para fabricar sus chips. TSMC anunció unos meses después que dejaría de fabricar chips para Huawei, de acuerdo con las normas estadounidenses. Hasta entonces, TSMC había estado fabricando chips para Huawei basados en diseños de HiSilicon.
Por consiguiente, Huawei se encuentra en un aprieto. Con sus reservas de chips más avanzados ya agotadas, es probable que los últimos smartphones insignia de la empresa tengan que fabricarse con chips 4G suministrados por Qualcomm bajo una licencia especial. Esto significa que sus teléfonos más recientes carecerán de capacidades 5G, lo que los situará en seria desventaja frente a otras marcas.
Sin embargo, Huawei aún puede guardarse un as en la manga. Un informe del Financial Times de octubre afirma que la empresa está intentando rediseñar sus teléfonos Android para que puedan utilizar chips menos potentes construidos por fabricantes chinos. Se dice que estos nuevos chips de fabricación propia proporcionarán conectividad 5G, pero se espera que sean mucho más lentos que los chips 5G fabricados por competidores extranjeros.
