Fabio Hernán Gómez, un talentoso inventor radicado en Medellín, ha logrado construir su propio robot después de diez años de dedicación. Inspirado por la icónica película “The Terminator” de James Cameron, Gómez se embarcó en una titánica misión para dar vida a “Termi“, un robot multifuncional que promete sorprender al mundo, incluso como conferencista.
El proceso de construcción comenzó con una estructura similar a un maniquí en el taller de Gómez, quien enfrentó numerosos desafíos desde el principio. ¿Cómo lograr que la cabeza gesticule? ¿Cómo incorporar brazos, dedos y manos con movimientos precisos? Sin haber pisado nunca un aula de ingeniería, este autodidacta se basó en su curiosidad innata, heredada de su padre, quien solía reparar televisores y radios, así como en su conocimiento sobre aeromodelismo y el funcionamiento de motores y servos.
El proceso de creación de esta máquina ha sido empírico y lleno de ensayo y error. Gómez confiesa haber dañado unas 15 cabezas antes de lograr el funcionamiento adecuado. Actualmente, cuenta con cinco cabezas intercambiables, cada una equipada con una cámara en el centro para dirigir la mirada hacia las personas. La imagen captada se muestra en una pequeña pantalla ubicada en el pecho del robot, con conexión a internet.
“Cada una de las cabezas tiene las conexiones necesarias y todas cumplen la misma función. La única que se diferencia es la versión femenina llamada Angelina, en honor a la actriz Angelina Jolie. Angelina tiene cabello largo y puede mover las orejas y la boca al hablar”, revela Gómez. Además, el visionario inventor imagina un futuro en el que los robots desempeñen un papel importante en la sociedad, acompañando a las personas, conduciendo vehículos, ejerciendo como guardias de tráfico y escoltas para los humanos.
El robot “Termi” cuenta con motores de automóviles y motocicletas para generar movimientos precisos. Sus componentes incluyen elevavidrios, plumillas, puertas de vehículos y motores de baja revolución para los giros. En la parte trasera, se utilizan cadenas de bicicleta para mover los piñones y sincronizar los movimientos.
El éxito de este proyecto también se debe a la incorporación de tarjetas electrónicas que permiten movimientos más fluidos. Por ejemplo, una tarjeta en el pecho controla los gestos de la mandíbula al hablar, mientras que otra coordina las articulaciones de los brazos. Una tarjeta central recibe información de todas las demás tarjetas y la procesa a través de comandos de voz, reconociendo únicamente la voz de Gómez. Sensores estratégicamente ubicados complementan el funcionamiento del robot.
El resultado de esta combinación de elementos es un híbrido entre un androide y un humanoide, con características similares al cuerpo humano y avances en robótica. Inicialmente, “Termi” pesaba 60 kilos, pero durante la pandemia, Gómez tuvo que reestructurarlo debido a un incidente en el que se quemaron motores y pantallas debido a una mala conexión. Después de su reconstrucción, el robot ahora pesa alrededor de 120 kilos y tiene una altura aproximada de dos metros. Sus manos están fabricadas con láminas de aluminio y tornillos.
Por el momento, “Termi” está programado con aproximadamente 3.000 respuestas relacionadas con cultura general, superación personal y medio ambiente. También puede ofrecer charlas sobre estos temas gracias a desarrollos basados en reconocimiento de voz. Además, sus sensores de movimiento le permiten reaccionar cuando se le toca, moviendo sus extremidades.
Cuando Gómez le pregunta a “Termi” sobre su preocupación más grande respecto al medio ambiente, el robot responde: “El maltrato que se le está dando al planeta, los humanos no piensan en las futuras generaciones”. También ofrece recomendaciones para preservar los glaciares y, en cuanto a las relaciones humanas, brinda consejos para la felicidad y el éxito. “¿Cómo estás?”, le pregunta Gómez. Y el robot responde: “Muy bien, gracias a Dios”.
La meta de Gómez es llevar a “Termi” a colegios, universidades y empresas para dictar conferencias sobre temas como la conciencia ambiental, el daño al planeta, el crecimiento personal y el emprendimiento. Además, sueña con incorporarle Inteligencia Artificial en el futuro para que pueda ser más autónomo y convertirse en un compañero de conferencias, capaz de desplazarse junto a él. Fabio Gómez concluye afirmando que “Termi” es el primer robot coach de Colombia y del mundo.
Con la creación de “Termi“, Gómez ha logrado un avance notable en el campo de la robótica, demostrando que la pasión, el ingenio y la perseverancia pueden llevar a la materialización de los sueños más audaces.
Con información de: El Colombiano
