El CEO de Coinbase, Brian Armstrong, se opone firmemente a la regulación de la inteligencia artificial (IA). En su perspectiva, regular la IA podría frenar la innovación. Armstrong atribuye este sentimiento al éxito histórico de las industrias del software e internet, que prosperaron en gran medida en ausencia de regulaciones estrictas.
Sin embargo, no todos comparten la visión de Armstrong sobre la regulación de la IA. Los críticos establecen paralelismos entre la IA no regulada y las armas nucleares, destacando los riesgos potenciales.
En este sentido, Gary Marcus, conocido por presentar “Human versus Machine”, desafía la lógica de Armstrong al sugerir que la falta de regulación, usando un argumento similar, podría haber sido desastrosa si se hubiera aplicado a la industria de la aviación.
A pesar de las diferencias de opinión sobre la regulación de la IA, importantes actores ya respaldan la regulación. Los CEOs de las principales empresas de IA como Google, Meta y Tesla se reunieron recientemente con legisladores estadounidenses para discutir este tema.
En esta reunión, los CEOs tecnológicos solicitaron una supervisión regulatoria para garantizar el uso seguro de la IA. Elon Musk enfatizó la necesidad de una autoridad reguladora para asegurar que las empresas prioricen la seguridad y el interés público.
Mark Zuckerberg también resaltó el papel del Congreso en la relación con la IA para apoyar la innovación y establecer salvaguardias. Reconociendo el delicado equilibrio requerido para regular una tecnología emergente, subrayó la responsabilidad última del gobierno.
Con los gigantes tecnológicos alineándose con la regulación de la IA, la pregunta que queda es la forma que tomarán finalmente estas regulaciones. Algunas jurisdicciones, incluido el Reino Unido y China, ya han comenzado a tomar medidas para regular la industria.
