La Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) y 17 fiscales generales de estados de Estados Unidos han presentado una demanda histórica contra Amazon, acusándola de monopolio y prácticas anticompetitivas.
Durante años, ha habido acusaciones de que el gigante del comercio electrónico ha abusado de su dominio económico y perjudicado la competencia justa.
La demanda de 172 páginas alega que Amazon promueve injustamente su propia plataforma y servicios en detrimento de los vendedores de terceros que dependen de su mercado electrónico para la distribución. Además, la compañía obliga a los vendedores a listar sus productos en Amazon a los precios más bajos en comparación con los de otros sitios web de comercio electrónico. Esta práctica ya ha sido objeto de una demanda separada presentada por el fiscal general de California el año pasado.
La demanda, presentada en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Oeste de Washington, busca una orden judicial que impida a Amazon participar en las presuntas conductas anticompetitivas.
La FTC no descarta la posibilidad de una posible desintegración de Amazon ni de que los ejecutivos individuales sean nombrados en el caso. La demanda también hace de Amazon el tercer gigante tecnológico, después de Google y Meta, al que el gobierno de EE. UU. acusa de violar las leyes federales antimonopolio.
Se espera que el litigio se prolongue durante varios años. Pero al igual que la riqueza del fundador de Amazon, Jeff Bezos, ha llevado a críticos a comparar a la compañía con la Edad Dorada de Estados Unidos, esta demanda podría llegar a simbolizar una repetición moderna de la lucha contra los monopolios a principios del siglo XX. La demanda alega que Amazon está utilizando tácticas coercitivas y punitivas para preservar su monopolio ilegal.
Amazon, por su parte, afirma que sus prácticas han fomentado una mayor competencia, innovación y selección en la industria minorista. La compañía sostiene que el resultado de la demanda de la FTC sería menos productos para elegir, precios más altos, entregas más lentas para los consumidores y menos opciones para las pequeñas empresas.
Por otro lado, Amazon también advierte que los costos resultantes de la demanda podrían repercutir en los consumidores en forma de precios más altos de suscripción a Amazon Prime o tiempos de envío más lentos.
Durante años, críticos de Amazon, incluidos legisladores estadounidenses, reguladores europeos, vendedores de terceros y grupos de defensa del consumidor, han acusado a la compañía de abusar desde maltratar a sus trabajadores hasta forzar a los vendedores de terceros a aceptar términos anticompetitivos. La demanda de la FTC se centra en el comportamiento de Amazon en dos mercados específicos: el mercado de “supermercado en línea” y el mercado de servicios de mercado en línea para vendedores independientes.
Esta demanda marca un momento clave para la presidenta de la FTC, Lina Khan, a quien se le atribuye el impulso inicial para investigar a Amazon por posibles prácticas anticompetitivas en Estados Unidos en 2017. Khan lideró posteriormente una investigación del Congreso sobre los supuestos abusos de competencia en la industria tecnológica, donde concluyó que Amazon, al igual que Apple, Google y Meta, poseen un “poder monopolístico”.
Esta demanda presentada contra Amazon representa un desafío significativo para la empresa y para la industria tecnológica en general. La decisión del tribunal y las acciones resultantes podrían tener un impacto duradero en la forma en que las grandes empresas de tecnología operan y en la competencia en el mercado digital.
