TikTok ha dado un paso significativo en su esfuerzo por garantizar la privacidad y la seguridad de los datos de sus usuarios europeos al anunciar que su centro de datos en Irlanda finalmente está operativo.
Este desarrollo forma parte de su iniciativa más amplia, conocida como Proyecto Clover, destinada a fortalecer la protección de datos en la plataforma.
La noticia llega después de que la Comisión Europea prohibiera a su personal el uso de la aplicación en dispositivos de trabajo, lo que motivó a TikTok a enfocarse aún más en la seguridad de los datos.
Curiosamente, TikTok había anunciado la construcción de su centro de datos en Irlanda en 2020, con la expectativa de que estuviera en funcionamiento a principios de 2022. Sin embargo, se enfrentaron a desafíos que retrasaron su lanzamiento hasta ahora.
La migración de datos de los usuarios europeos a este nuevo centro en Irlanda ya ha comenzado, pero se espera que no se complete hasta el cuarto trimestre de 2024. Además, TikTok tiene planes de construir un segundo centro en Irlanda y otro en Noruega como parte de su compromiso con la seguridad de los datos.
TikTok ha estado bajo un escrutinio constante en los últimos años, y estas medidas son parte de sus esfuerzos por ganarse la confianza de las autoridades. En 2022, la empresa matriz de TikTok, ByteDance, confirmó que algunos de sus empleados, posteriormente despedidos, accedieron a los datos de varios usuarios en EE. UU., incluidos periodistas. Esta revelación llevó a que algunos gobiernos estatales prohibieran TikTok en dispositivos propiedad del gobierno.
Además de la migración de datos, TikTok ha anunciado que ha asegurado los servicios de la empresa NCC Group, con sede en el Reino Unido, para auditar sus controles y protecciones de datos, supervisar los flujos de datos y proporcionar verificación independiente. Esto garantizará que solo los empleados autorizados puedan acceder a la información sensible de los usuarios, lo que refuerza aún más su compromiso con la seguridad de los datos.
Este desarrollo representa un paso importante en la dirección correcta para TikTok en su búsqueda de mantener la confianza de sus usuarios y las autoridades reguladoras en Europa.
